miércoles, 22 de septiembre de 2010

El mecenazgo del agua en Roma

A lo largo de la historia de Roma el suministro de agua a las ciudades dependía no sólo del talento de los ingenieros y arquitectos sino especialmente de la voluntad de los poderosos. Durante la República la gestión del agua estaba a cargo de los censores y ediles, que tenían entre sus funciones la “cura aquarum” o administración de las aguas: construcción y conservación de los acueductos, funcionamiento de la red de distribución, control de los fraudes,…etc.
Los censores, grandes personajes en la cima de su carrera política, eran los que, de acuerdo con el Senado, decidían emplear el dinero del Estado para construir o ampliar acueductos. A su vez los ediles, jóvenes magistrados municipales, se ocupaban de su gestión y mantenimiento. La juventud -ediles- y la ambición política -censores- llevaban a término lo decidido por la sabiduría y experiencia -Senado-.
En el Imperio se instauró un nuevo sistema administrativo. Un senadoconsulto del año 12 a.C. ponía en marcha un servicio imperial, la “cura aquarum publicarum”, dirigido por un comité de tres miembros, con un presidente a la cabeza, el “curator aquarum”, cuya elección dependía directamente del emperador.
Este “curator” tenía bajo sus órdenes a todos los “aquarii” (funcionarios del agua) de Roma, un total de setecientos empleados estatales, que dirigían una gran variedad de personal (obreros, vigilantes, inspectores,…). Estos aquarii estaban preparados para atender día y noche las emergencias y garantizar la continuidad, seguridad y mantenimiento del suministro del agua. Todo este personal era retribuido a costa del erario imperial, que también financiaba los materiales y construcción de puentes y acueductos, cisternas, arcas, fuentes y canalizaciones. De este modo los emperadores se erigieron en dueños absolutos de las aguas.
Ya desde la República había que recurrir a los servicios de importantes empresas privadas, a las que se encargaba la construcción y conservación de grandes obras públicas. Los senadores fijaban el presupuesto y después los censores anunciaban una licitación para adjudicar las obras. Las grandes empresas firmaban entonces un contrato con el Estado. Este sistema den adjudicación llevó a toda clase de abusos, sobornos y corrupción política, que llegó a ser una de las plagas de la democracia romana.
La existencia de esta jerarquía del agua se convirtió pronto en un medio privilegiado de promoción personal. Censores y ediles comprendieron enseguida el provecho personal que podían obtener del suministro del agua. Las familias patricias romanas tuvieron siempre la tentación de granjease la gloria y el favor popular llevando a cabo grandes obras públicas.
Sin embargo solamente el emperador podía llevar a buen término las onerosas construcciones y conservación de los acueductos. Los más ricos y poderosos así en los mecenas del agua. Tanto en Roma como en las provincias más lejanas el emperador llegó a ser considerado como el príncipe todopoderoso del agua. La unidad del Imperio se basaría también en el dominio del agua, ya que los acueductos pregonaban por doquier la presencia de una fuerza única y tutelar.
En todas las ciudades se veían estanques, fuentes, termas,… con las que se podía disfrutar de placeres nacidos de una abundancia, dispensada por la autoridad poderosa y protectora de los emperadores. El agua necesaria pasó a ser fuente de felicidad y el pueblo de Roma sentiría por la generosidad de sus amos tanto orgullo como agradecimiento y placer.


No hay comentarios:

Publicar un comentario


EL AGUA ES VIDA. Un bien del que muchas veces no somos conscientes de lo que representa y significa: LA VIDA.
Y la malgastamos, abrimos los grifos sin percatarnos de que cada vez es más escaso. No nos damos cuenta de que hay personas en el mundo que tienen que recorrer kilómetros para poder adquirir este preciado bien.
Por ello, en este blog y desde el Proyecto ARCE, del que formamos parte Institutos de Enseñanza Secundaria de Asturias, Mahón, Cádiz y Las Palmas de Gran Canaria. Vamos a reflexionar, junto a nuestros alumnos, sobre este "oro azúl" para tomar conciencia sobre su uso y su abuso, y para que nuestro planeta siga recibiendo el nombre de "Planeta Azul".
Todos los que lo visiten serán bienvenidos.